31 de marzo de 2015

Abejas de mí



Me convertí en un manojo de abejas
para zumbarle al viento una idea.
Me traspones sonrisas sinceras
que mi soñar cautiva en su aldea.

Me convidas un trago de tu alma
para impregnar tu esencia en mis alas.
Rompen de mí, libélulas tuertas.
Buscan huir de la mágica escena.

Surcando nubes naufrago solo;
lluevo y sano en tus ojos, suave lodo.
Bailan en mí, abejas sedientas;
Me dedicas tu palma llena de estrellas.

Me convertí en un ramo de dudas,
Para alojarme en tu sombra, en tu Luna.
Me vuelvo canción en tu mirada,
Y en tus brazos se desnuda la calma.

Me regalas, sin saberlo, tu cielo;
para mis aves, mis versos, mis miedos;
y el sol que habita en tu risa serena,
cálida y real como buena madera.

mjs
31-03-15


24 de marzo de 2015

Poesías y cantares


Apareciendo otra vez. 
Melancólicamente.
Resucitar lo que fue.
Sin desear que sea presente.

Se vencen las columnas,
¿Sostenidas por papel?
Se mueven tus estantes.
Todo tiembla otra vez.

Todo tiembla como antes.
Todo se vuelve a mover.
Renaciendo ese instante.
Ese beso que se fue.

Si tan solo fuese eso
no habría de que temer.
Si tan solo no fuese el miedo
de quererte otra vez.

De esa cómplice mirada.
¿Quedan cosas por tramar?
Sin una buena coartada.
¿A quién podremos engañar?

¿Habremos sido honestos
Al momento de ceder?
¿Habrán quedado sueños
colgados en alguna pared?

Son preguntas sin respuestas.
Que nunca me dejé de hacer.
Son supuestos. Son pensares.
Son poesías. Son cantares.

mjs
06-05-2004


22 de marzo de 2015

El baile de los callados


Tengo la leve sospecha
de estar en ningún lado.
Suenan campanas, y quiebran
el baile de los callados.

Vientos que agitan condenas
de truncos enamorados.
Crueles verdades que gritan,
mentiras para enfrascarlos.

Tengo la leve sospecha,
de estar entregado al caos.
Claman los truenos, y espantan
la marcha de los cansados.

Mareas que acercan miserias
de clones de aquel pasado.
Cruje la tierra y devora
el canto de los colgados

Traigo los ojos hastiados
de verlos cuadro tras cuadro.
Vuelan palabras suicidas,
se incrustan en su ocaso.

Tengo la leve sospecha,
de no estar equivocado.
Busco razones que exciten
el baile de los cegados.

mjs 


El Grito I de Osvaldo Guayasamin