6 de enero de 2016

Regreso de viaje

Vientos de sales agitan la noche.
Mares de rostros que gritan rencores.
Un  cuarto creciente deambula en las olas,
surcando las aguas de angustia que agobian.

Se extiende el silencio en miradas vacías.
Oscuros fantasmas llegando del día.
Y solo el reflejo de luz en el vidrio,
trepida mostrando el camino al olvido.

Caen los ojos buscando un refugio.
La flor que resurja del rancio interludio.
Y vuelve el intento, el impulso, el desvelo;
de ser una gota inundando tu cuerpo.

De tanto en poco queda desolado.
Uno tras dos persiguiendo sus pasos.
Se acerca el tiempo, suceso sin lamento,
un nuevo descanso y un nuevo comienzo.
mjs

23-03-15